Autora: Cristina Grau. Abogada Derecho.com
Después de más de tres aplazamientos, el pasado 12 de noviembre de 2008 se publicó en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya, la Ley 14/2008, de 5 de noviembre, de la Oficina Antifraude de Cataluña, que entrará en vigor a los veinte días de su publicación.
Esta Ley se promulga con la voluntad que sea una de las herramientas para reforzar las buenas prácticas de la Administración Pública y del Sector Público. Así esta Ley crea la Oficina Antifraude de Catalunya (OAC) con el objeto de prevenir e investigar posibles casos de uso o destino fraudulentos de fondos públicos o cualquier aprovechamiento ilícito derivado de conductas que conlleven conflicto de intereses o el uso particular de informaciones derivadas de las funciones propias del personal del Sector Público. Asimismo, también es finalidad de la AOC asesorar y realizar recomendaciones para adoptar medidas contra la corrupción, las prácticas fraudulentas y las conductas que atentan contra la integridad y la transparencia en el ejercicio de las funciones públicas, cooperando siempre y, en todo caso, con las autoridades competentes y colaborando en la formación en este ámbito del personal al servicio del Sector Público.
La creación de esta Oficina da cumplimiento, por primera vez en el ámbito estatal, a lo establecido en la Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción de 2003 que intentaba garantizar un órgano especializado e independiente encargado de prevenir la corrupción.
El ámbito de actuación de la OAC es el sector público de Catalunya, que está integrado por la Administración de la Generalitat, los entes locales, las universidades públicas y las empresas públicas que dependen de los mismos. Además el ámbito de actuación también comprende las fundaciones y los consorcios en los que las administraciones y las entidades que forman parte del Sector Público de Catalunya nombren la mayoría de miembros de los órganos de decisión o aporten más del 50% de sus ingresos.
Y es importante destacar que, además, la OAC podrá ocasionalmente y, en la medida que sea necesario, para dar cumplimiento a sus funciones, investigar a personas físicas y entidades y empresas privadas que sean concesionarias de servicios y perceptoras de subvenciones públicas a los efectos de comprobar el destino y el uso de estas subvenciones.
La Oficina Antifraude deberá cumplir con eficacia las funciones encomendadas y corresponderá al Parlament de Catalunya controlar la actuación de la Oficina, así como el nombramiento y cese del director/a de la Oficina. En este sentido, se ha optado por dotar a la Oficina de funciones preventivas para poder evaluar áreas de riesgo y funciones de formación al personal del Sector Público. Estas funciones serán complementarias de la función que tendrá como órganos sancionador, puesto que podrá instar un procedimiento administrativo o un procedimiento judicial sancionador.
Uno de los puntos más controvertidos de la AOC es la posible invasión de competencias de otros organismos ya dedicados al control de la Administración, como pueden ser la Fiscalía, sindicatura de Greuges o de Comptes. La Ley especifica que sus actuaciones se realizaran sin perjuicio de las que ya ejerzan alguna de las instituciones, haciendo hincapié en que “no puede cumplir las funciones del Ministerio Fiscal??? y que, en caso de que cualquier autoridad judicial haya iniciado un procedimiento para determinar la relevancia penal de algún hecho también investigado por la AOC, ésta deberá interrumpirla. Este carácter subsidiario de otros órganos reguladores genera varios interrogantes que suponemos se irán resolviendo con el tiempo.
Creo que existen muchas formas de reducir el fraude y felicito el tema que me antecede ya que la
AUDITORIA DE STATUS EN LA SEGURIDAD SOCIAL ES UN REQUERIMIENTO PRIMORDIAL
“Fraude es cuestión de conducta y valores”
La experiencia de la mayor parte de los países ha sido la del enfrentamiento de la seguridad social con respecto a presiones demográficas, fuertes crisis financieras y escenarios económicos volubles, pero sobre todo, la de haber sido víctima de administraciones o gobiernos centrales claramente irresponsables y a un manejo político del Sistema de Seguridad Social; por lo que la Auditoria de Status, esta siendo cada vez más requerido por los Gobiernos Corporativos de las entidades públicas y privadas.
La Seguridad Social ha visto deteriorada su posición financiera patrimonial y actuarial, por los fraudes internos que realizan sus propios empleados y directivos, por malversación de fondos, y la apropiación indebida de bienes o servicios, teniendo como secuela el colapso del bienestar social, deterioro del Régimen de Seguridad Social y por ende la perdida de confianzas en Sistema. Situación que exige que las políticas de Seguridad Social deben responder a perspectiva de Estado responsables con conciencia social y no del Gobierno de turno partidista que miran la Seguridad Social, como parte de su plataforma de oferta política.
El Fraude interno en la Seguridad Social, resulta uno de los síntomas más evidente de la crisis global que aquejan a los Sistemas de Seguridad Social y se ha extendido en el mundo. Cada vez son más complejos los temas para investigar y penalizar, y las modalidades son tan variadas que van desde las más sencillas e ingenuas como la destrucción o pérdidas de documentación, adulteración de datos en las historias laborales, hasta las más sofisticadas, en la creación de artificios contables financieros juegos con las cuentas de activos, pasivos, de resultado, cuentas de recaudación, de gastos e inversión, es decir toda una reingeniería en uso de los medios disponibles como los avances de la tecnología; esto va mucho más lejos de nuestra propia imaginación, por el solo hecho de ocupar un cargo directivo tomando decisiones donde la confianza depositada por sus directivos y por sus afiliados ya no es un valor real peor un deber y responsabilidad el código de ética que de deba cumplirse.
Desde luego la lealtad de los funcionarios y/o empleados se ha deteriorado, debido a la ausencia de transparencias en las gestiones administrativas; ausencia de vigilancia y control sancionador efectivo permanente; y por el nivel muy bajo de conciencia que tienen sus funcionarios y directivos de los que provoca el fraude interno. La perdida de rentabilidad en los fondos de pensiones, el robo de medicina, o compra de medicinas y equipos inapropiados rebasa la conciencia social en sus funcionarios, este último es sin duda un doble crimen a la sociedad afiliada a la Seguridad Social, primero porque no solo es un hurto sino que también se convierte en un crimen premeditado a quienes necesitan de este servicio; mal servicio que provoca desconfianza en la gestión de las Seguridad Social y la comprensión por parte de los afiliados como una imposición sin retorno y evasión de aportes, de cualquier manera huida por la falta de Eficiencia, Eficacia y Transparencias Operativas.
La Auditoria de Status.- Se la define como la auditoria para investigar e indagar los enriquecimientos ilícitos de los empleados y ejecutivos en el acometimiento fraude interno, que se reflejan en los informes de responsabilidad legal.
El nivel patrimonial y/o nivel de gasto no acorde con el monto de ingresos por remuneraciones, presiones financieras para negociar con cierto proveedores, vínculos frecuentes con terceros que ostentan mala reputación en negocios oscuros, insistencia en hacer lo ilegal como legal, quejas y sentimientos de revancha con la empresa o entidad y el estilo de vida extravagante y prepotente, son señales frecuentes de timbres de alarmas reiteradas en los procesos de Auditoria de Status, pistas que sin duda dan como resultado señales positivas de actos de colusión entre empleados o terceros vinculados.
Existen estadísticas que señalan índices de honestidad y deshonestidad y valores de probabilidad de posibles fraudes internos a falta de controles internos y de acciones efectivas para prever los riesgos de fraude, sin duda que el fraude va por delate de los controles internos, ya que el fraude señala el grado de madurez e integridad de una organización y de cómo sus ejecutivos y empleados se siente identificado con la Seguridad Social y el rol que desempeñan en su lugar o posición de trabajo, incentivados por los valores de Justicia, Equidad, Igualdad, Solidaridad y Universalidad.
A pesar de las pólizas de fidelidad que se contrate, y de las declaraciones juramentadas de bienes que se exija al personal y ejecutivos de cualquier entidad de Seguridad Social no han dado como resultado la eliminación del fraude; si no se tiene en cuenta el ambiente propicio para el fraude, los factores que inciden en el fraude, y las medidas de prevención que resultan de los elementos del fraude (ver articulo del autor Elementos del Fraude en la Seguridad Social)
El ambiente propicio para el fraude se podrían mencionar: La externalización de los procesos; renuncia por parte del trabajador de las vacaciones; existencia de conflictos de intereses en los procesos de negociación y administrativos; la fuerte rotación de personal; el incremento de los reclamos en las Prestaciones de Seguridad Social; el incremento de los índices de morosidad y evasión; el desorden administrativo en los procesos operativos, la falta de autoridad, abusos de privilegios, descontrol en el uso de códigos o claves informáticas, falta de documentación y autorización de respaldo de los procesos operativos, debilidades de controles internos básicos que se reflejan en los procesos operativos; falta de implementación de nuevos procesos sin el debido entrenamiento y de lineamientos claros en las políticas y procedimientos, Falta de estandarización de los procesos operativos; ausencia de desarrollo de alternativas viables para mejorar la protección social que asegure la sostenibildiad de los beneficios y las prestaciones del Seguros Social a largo plazo; y ausencia de una visión social para superar los niveles de pobreza y desigualdad social.
“Error fatal en la gestión de la Seguridad Social, es sin duda el relacionar los costos de control con el valor de los activos, error que desemboca en pérdidas que se acumulan en el ejercicio económico.”
Entre los factores propicio para el fraude: Falta de compromiso de la alta gerencia, Falta de controles básicos de control interno y la falta de cultura de mitigación de riesgos empresariales a tiempo que involucra la falta de confianza y de respaldo que se brinde para que se puedan denunciar los actos de fraude, la falta de sanciones civiles y penales, falta de transparencias en los procesos judiciales, la falta de decisión y volunta gubernamental han incidido en que los acciones de corrupción se conviertan en el acto mas normal y del acontecer diario en perjuicio de los afiliados y derechohabientes
Las acciones para prevenir el fraude: Crear ambiente propicio de confianzas para que se denuncien los fraudes, predicar con ejemplo en los más altos estamentos de la organización, revisar periódicamente los antecedentes del personal, revisar periódicamente el status de vida de sus funcionarios en relaciones a sus ingresos percibidos, mantener un código de ética aplicable y de conciencia empresarial con conciencia social para con sus trabajadores, afiliados derechohabiente, proveedores y la comunidad, mantener el ambiente laboral positivo con reconocimiento justo por la labor que se desempeña, dar disposiciones claras y coherentes a la organización empresarial, protección a la denuncias de buena fe, investigar las denuncias realizadas en las ventanillas de consultas y reclamo, establecer como prioridad los beneficios al afiliados como un mecanismos de solidaridad, Incentivos y actitud social, incentivar la transparencia y rendimiento de cuentas y recordar a la organización que el Fraude es cuestión de actitud y valores para consigo mismos y los demás, y que una administración correcta de la Seguridad Social mejora el capital humano y por tanto aumenta la productividad y competitividad.
por favor ncesitamos esa fiscalia ya en hospitalet de llobregat hay demasiada recalificacion yo soy expropiada dos veces en catorce años fuera politicos con animo de lucro